La mayoría de las lámparas Tiffany que llegan a nuestro taller para ser reparadas han tenido el mismo problema y hay una manera muy sencilla de evitarlo…
PROBLEMA: Casi siempre venís con que el florón ( la pieza metálica que hay en la parte superior de la pantalla y que sirve para unirla al soporte) se ha desprendido, a veces esa pieza sola pero casi siempre afecta a uno o varios trozos de vidrio.
En los peores casos, al desprenderse el florón, se cae la pantalla y se ronpen una o mas piezas de vidrio… es decir, el daño puede llegar a ser importante 🙁
SOLUCIÓN: No uséis bombillas tradicionales en estas lámparas. El calor que desprenden estas bombillas afecta a la soldadura que une todas las piezas de vidrio y a la larga las debilita hasta su rotura. Usad siempre bombillas de LED o de bajo consumo que no desprenden calor.
En esta ocasión el mal no había sido muy grave porque al desprenderse el florón aunque unas 25 piezas se han visto afectadas y estaban sueltas, ninguna se ha roto ( y eso que 4 se habían desprendido del todo y la clienta nos las ha traído metidas en un sobrecito).
En estos casos, lo primero que hay que hacer el acabar de retirar todas las piezas sueltas, quitar los restos de soldadura, limpiar bien y volver a encobrar, colocar en su sitio y volver a soldar. Así escrito ocupa poco, pero en horas de trabajo, esto es un montón de tiempo 🙂
Después, como esta lámpara es enorme (unos 115 cm de diámetro) y pesa mucho, hemos reforzado el florón para repartir el peso que soporta y para ello hemos soldado 6 varillas metálicas de refuerzo para repartir el peso por los nervios principales de la pantalla.
Cuando la lámpara ya ha recuperado su forma original, con todas las soldaduras nuevas y los vidrios en su sitio, hay que pulir bien la superficie para retirar todos los restos de los productos que usamos para soldar que son, principalmente, ácidos y pueden corroer los metales de la soldadura con el paso del tiempo.
Para ello aplicamos un pulimento especial para vidrieras, frotando bien con una brocha de cerdas duras para que arrastre cualquier posible resto de ácido. Después se deja secar y después se frota bien con un trozo de tela rugoso para acabar de pulir bien la superficie metálica de las soldaduras. Esto deja la lámpara brillante y resplandeciente 🙂
Ya sólo nos queda una última capa de barniz antioxidante y ya tenemos la lámpara como nueva, lista para iluminar con elegancia cualquier rincón durante años y años.
Si quieres ver el proceso completo de restauración de una lámpara de Tiffany, puedes hacer clik aquí, aquí y aquí.
Nuestro taller está en Cantabria. Así que si tu lámpara está por los alrededores, y nos la quieres acercar, nos encantará devolverle toda su luz, pero si estás más lejos, el tema se complica 🙁
Hacer envíos de este tipo de piezas es muy delicado y bastante caro porque pesan mucho. Nosotros no nos hacemos cargo pero si tu quieres, habla con nosotros para concertar una cita y te daremos la dirección del envío.
Tel. 696469869
Mail: estudiomelange@gmail.com